viernes, 26 de septiembre de 2008

OH MY GOD POR RENEGADO(ARGENTINA)


Desde la octava colina...
Crítica de "Oh My God"
Ya desde la primer y sugerente imagen, este cortometraje del joven realizador Luis Calderón promete y entusiasma, fundamentalmente porque la imagen es la de una pulposa señorita aparentemente desprovista de ropas y manteniendo una fogosa relación sexual mientras gime la frase "Oh my God Oh my God".
"¡¡Por fin la puta madre!!" exclamé para mis adentros mientras me frotaba las manos y pensaba en prepararme un trago para disfrutar del momento, no porque sea yo un tipo asi medio degenerado o esté siempre alzado, sino porque hace rato que en cine vengo viendo mucho efecto especial, mucha acción y mucha cosa moderna pero nada de tetas. ¿Dónde quedó aquel cine ochentoso en el cual casi siempre aparecía una mina en tetas en algún momento de la película? ¿Eh? ¿Dónde?
Bueno, no me quiero ir de tema.
Decía que esa primer imagen, durante la cual se presenta el film, resulta prometedora y logra captar de inmediato la atención del espectador.
Inmediatamente después la cámara comienza un lento paneo de un escenario natural de lo que parece ser una plaza, deteniéndose en una banca en la cual se hallan conversando dos jóvenes.
Uno podría anticipar que en algún momento ingresarán en escena un par de hermosas y sensuales señoritas y luego de un ligero intercambio de palabras la escena cortará a una habitación en la cual ambas parejas aparezcan dándose murra en una frenética orgía sexual y salvaje, pero entonces uno estaría fantaseando demasiado confundido aún por aquella primer escena que antes mencioné.
La realidad es que la cámara se centra en el diálogo de ambos jóvenes, el cual reviste ciertos tintes filosóficos y teológicos.
Diálogos este que parece continuarse y concatenarse mágicamente con le escena siguiente en la cual otros dos jóvenes (distintos, no los del banco de la plaza) también se encuentran charlando, misteriosamente, del mismo tema.
"Bueno, ahora si. En cualquier momento aparecen las minas y se arma el quilombo" piensa el espectador, todavía esperanzado con aquella imagen de la apertura.
Pero no. La escena se continúa con oootros dos jóvenes (otros mas, ni los del banco, ni los dos de después) que siguen filosofando y continuando los razonamientos como si hubieran estado escuchando los que estaban hablando los anteriores (capaz que andaban cerca, no se).
Y así este cortometraje sigue su curso, hasta el inesperado desenlace que deja al espectador sorprendido y mirando la pantalla algo desconcertado (fundamentalmente porque nunca aparecieron las minas y no se vio nada de sexo como parecía prometer la película).
En cuanto a la realización, podemos decir que este corto está bien montado, los escenarios son muy realistas (la plaza parece una plaza, la habitación parece una habitación y la calle parece una calle), y presenta un correcto manejo de las cámaras y la iluminación.
De las actuaciones podemos decir que el elenco está integrado en su totalidad por actores muy jóvenes que cumplen con su trabajo con entusiasmo y esmero, y que, a pesar de su inexperiencia, llevaron adelante sus personajes de manera muy convincente.
La película fue dirigida por Luis Calderón, quien se comprometió tanto con el proyecto que también actuó, manejó la cámara, puso algunas luces, cocinó el catering, cosió la ropa, barrió el set, compró los víveres, e incluso hizo de árbol en ciertas tomas de la plaza.
Calificación: 3 Renes* (Buena. Una simpática obra que de manera simple nos deja pensando en temas profundos, como por ejemplo por que en la presentación hay una mina medio cachonda y después no).
* (Renes es el calificativo para los cortos. Renegados para las películas porque son mas largas).

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